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El origen del retrato y sus tipos

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La retratística romana se inició ente los siglos II y I a. C. por herencia etrusca y plasmaban los ideales funerarios. De este modo comenzó su producción de creaciones de máscaras funerarias y de retratos de los antepasados.

 

Estas obras eran propias de las clases patricias, pues las reproducciones eran veneradas en sus hogares, como lo fue el busto de Catón y Porcia. A finales del siglo I a. C. el retrato empezó a hacerse a personajes vivos, siendo las primeras muestras al respecto los realizados a Julio César. Estos estaban inspirados en los reyes helenísticos y en los cuales aparece el retrato psicológico. 

En este último se plasmaban los rasgos faciales con la mayor exactitud posible, además de su carácter y estado de ánimo. A partir del emperador Augusto y a lo  largo de todo el Imperio, el retrato alcanzó un inmenso desarrollo constituyendo una de las producciones artísticas mas características de la cultura romana. Se establecieron tres tipologías: el retrato de cuerpo entero, de busto y de cabeza, y surgieron talleres especializados en cada una de ellas. 

Retrato de cuerpo entero del emperador Augusto

Fuente: Flickr

Cuerpo entero

Este tipo de retrato consiste en piezas de bulto redondo que reflejan al personaje en su totalidad, a tamaño natural. Por su elevado coste, fue propio de emperadores, generales, y grandes magistrados, llegando en ocasiones a caracterizarse como monumentos públicos. Según el simbolismo que se le quisiera dar, podía representar hasta cuatro modalidades.

La primera era el thoracatae, en ella se representaba al retratado con una coraza  como alegoría militar. Por ello, es propio de los generales o emperadores. La segunda era el togato. En ella se retrata al personaje vestido con toga, como un magistrado, por lo que es característico de los abogados y sacerdotes. 

El estilo apoteósico era propio únicamente de los emperadores. Se les representaba desnudos en todo su esplendor, similar a la representación de divinidades. Y la última modalidad era el ecuestre. Se trataba de un tipo de retrato de mayor tamaño, donde el personaje era representado con un caballo. 

El busto

El retrato del busto consistía en la representación de la cabeza y de la parte superior del cuerpo. Eran mucho más pequeños que los retratos de cuerpo entero y, por tanto, más baratos. Eran propios de interiores (edificios oficiales, palacios o mansiones de patricios). En el siglo II se mantiene el mismo tipo de retrato del emperador aunque con mayor realismo del rostro.

El retrato de busto se realizó en las tipologías thoracatae, togato y apoteósico presentando en la pequeña parte del cuerpo mostraba retazos de una coraza, de una toga o de un pectoral descubierto. La creación de bustos y cabeza es un concepto romano, pues, para los griegos la estatua era un todo indivisible, esto no lo podían llegar a entender. A partir de la época de Adriano, se generaliza el uso de la barba, utilizándose la técnica del trépano en la representación de los cabellos.   

Retrato de cabeza

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Orestes y Elektra retrato de cuerpo entero.   Fuente:Wikipedia

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Emperador Antonio Pius

Fuente: Flickr

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Fuente: Artehistoria

El retrato de cabeza se colocaba sobre un pequeño pedestal del que surgía el cuello. Era la tipología más barata, pues requería menos material, y, por tanto, la más numerosa. Toda casa de patricio contaba con un elevado número de retratos de sus  miembros más importantes, así como los comerciantes de elevada posición económica. 

 

También se realizaron numerosos retratos de cabeza de los propios emperadores. Sus autores se esmeraron en captar los rasgos faciales del retratado, añadiendo en la mayoría de los casos, la captación del estado anímico, o del carácter del modelo en el llamado retrato psicológico. Obras que después de siglos, siguen siendo increíbles. 

 

En la sociedad romana, al industrializarse este aspecto,  solo  interesaban por  las cabezas, dado que se podían superponer a un cuerpo. Entre los retratos más conocidos podemos encontrar el de César y el el grupo Barberini, piezas realizadas en mármol y destacadas por su asombroso realismo.

Copyright: Arte Romano/ Eva Meiriño Migens e Idania Monzón Rodríguez

Sitio web de finalidad académica

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